El monolito conocido como piedra de Ingá en Brasil, es uno de los mayores
enigmas de la humanidad. La enorme roca de unos 24 metros de longitud por algo
más de 3 de altura contiene inscripciones en forma de dibujos en jeroglíficos
que no han podido ser descifrados por los arqueólogos por el momento.
La piedra de Ingá o en portugués
conocida por "pedra do Ingá", se encuentra al noreste de Brasil a las
orillas del Río Ingá cerca de la ciudad de Paraibano.
La roca es del
tipo Gneis una variedad de roca compuesta de granito y otros minerales de
colores claros y oscuros, pero lo que desconcierta no es la composición de la
roca, ya que este tipo de roca es muy común, los enigmas son los grabados en la
roca en la que se pueden apreciar diferentes dibujos cuya antigüedad según las
últimas estimaciones podrían ser de unos 6000 años.
Los dibujos o jeroglíficos que se
pueden encontrar en el monolito son de variada morfología, aunque algunos son
muy sorprendentes y enigmáticos como por ejemplo uno de los dibujos con 6000
años de antigüedad según se estima, muestra una cruz, otro de los enigmáticos
dibujos muestra lo que parece ser un avión a reacción, aunque otros son
reconocibles como un cráneo o una rosa los arqueólogos no han logrado descifrar
el enigmático mensaje que contiene la piedra de Ingá.
Las teorías sobre que civilización realizo las tallas en la roca son variadas, aunque la más probable teoría es que corresponde a los indígenas primitivos y de momento bastante desconocidos de América del Sur. Aunque como dije con anterioridad existen otras muchas teorías, una curiosa teoría la cual defienden algunos, es que los jeroglíficos corresponden con escrituras jeroglíficas fenicias.
Ludwig Schwennhagen fue un investigador austriaco que a principios del siglo XX
fue a Brasil en busca de restos fenicios que probara que habían llegado a esta
región de América del Sur, relaciono las inscripciones de la piedra de Ingá con
escritura jeroglífica fenicia e incluso con Egipto, aunque no pudo descifrar el
contenido de los dibujos.
Otras de las hipótesis que
parecen más descabelladas pero que no creo que se deban de pasar por alto, es
la hipótesis de que son la obra de ingeniería extraterrestre y corresponde a
complejos modelos matemáticos los cuales señalarían la distancia de la Luna con
la Tierra, además de formulas producción de energía cuántica, entre otras
sugerencias. El ufólogo Claudio Quintans que es el presidente del centro de Ufologia de Paraibano defiende que las inscripciones serían obra de visitantes
del espacio que aterrizaron en la antigüedad en la zona, aunque como es de
esperar con este tipo de teorías no existe forma por el momento de asegurarlo.
Es muy interesante todo lo
relacionado con esta piedra de Ingá o gran monolito de Ingá, aunque la
información deja mucho que desear, los enigmas están escritos en forma de
dibujos en la roca y esperan que alguien algún día logre descifrarlos.
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