La tormenta solar moderada que está impactando contra
la Tierra luego de varias llamaradas solares del clase M, podría provocar un
aumento de la actividad sísmica.
La actual tormenta
geomagnética podría convulsionar el ya inquieto Cinturón
de Fuego del Pacífico, aumentando las posibilidades de que se produzca
un fuerte sismo en Chile, Centroamérica y México, así como también en islas del
Pacífico de la Polinesia, Japón o Filipinas.
Los
meteorólogos monitorean la tormenta geomagnética menor y moderada desde el
mediodía del 23 de noviembre por la llegada de al menos dos eyecciones
de masa coronal (CME), informó la Agencia Nacional Oceanográfica y Atmosférica
(NOAA) de USA en su último reporte.
Corresponde
a una llamarada solar que se desencadenó el 21 de noviembre a las 15:30
horas, en la activa región del Sol enumerada por NOAA como 1618.
En los
momentos iniciales, el Sol lanzó ondas de radio de nivel R1, ondas
electromagnéticas que causaron bloqueos e interferencias en las comunicaciones
y sistemas GPS y satélites, por breves instantes (nivel 1 entre 1 y 5). Esto
ocurrió acompañado de una eyección de masa coronal que viajó en dirección hacia
la Tierra.
La tormenta
geomagnética moderada (G2, entre una escala de 1 a 5), tiene
potenciales efectos de afectar las redes eléctricas y colapsar las fuentes de
poder de energía, especialmente en las latitudes superiores a los 55 grados,
dependiendo de la magnitud.
Otro de los
efectos recae en las comunicaciones de alta y baja frecuencia, las líneas GPS y
los satélites. Las auroras australes y boreales también son previstas durante
la noche.
Según NOAA
existe una gran posibilidad que la zona 1618 del Sol, que creció
significativamente, siga muy activa en las próximas horas. El impacto depende
si las CMEs vienen dirigidas directamente a la Tierra y la velocidad con que
son impulsadas por la explosión y el viento solar.
ALERTA
SISMICA:
La actividad
solar se relaciona directamente con la actividad sísmica en la
Tierra.
El impacto
de inmensas oleadas de ondas electromagéticas sobre la magnetósfera terrestre
ejerce presión sobre las placas tectónicas, que tienden a reacomodarse
generando fuertes movimientos.
La región
más afectada por este fenómeno es la gigantesca placa del pacífico, que abarca
buena parte de la superficie del planeta y tiene sus límites en practicamente
todas las costas del oeste del continente americano (en Chile,
México y Centroamérica se han dado muestras recientes de estos movimientos), y
en la Polinesia, Filipinas, Indonesia y Japón. Al norte encuentran Alaska y
Canadá (que han sufrido terremotos recientemente) y al sur, la Antártida, que
parece estar en calma por el momento.
Los
movimientos del llamado Cinturón de fuego del Pacífico han preocupado a
sismólogos y geólogos de todo el mundo.
En Chile,
los sismólogos investigan una seguidilla de sísmos
de mediana intensidad, que han afectado en el centro de Chile y alertan
sobre la posibilidad de un terremoto de mayor magnitud.
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