domingo, 17 de febrero de 2013

EL CHAMANISMO ES LA RELIGIÓN?




El chamanismo no es una religión sino un conjunto de métodos, conceptos y prácticas de cambio, la extensión, la percepción y la conciencia dispuesta para el contacto con el universo paralelo, aunque invisible, el ánimo y apoyo a la gestión de los asuntos de los humanos, en el sentido que hoy llamaríamos terapéutico.

 La práctica del chamanismo es utilizado como las ruedas de la obra de curación, el sonido de los tambores, sonajas, los huesos, hierbas, animales, minerales, las direcciones sagradas, rituales, viajes chamánicos, el contacto con seres espirituales, los ritmos, bailes y movimientos corporales, relación con los elementos naturales: agua, tierra, aire, fuego, cristales, piedras, barro, etc, son técnicas de sanación y purificación de las dimensiones física, bienestar emocional, mental y espiritual humana. Pero ¿quiénes eran los chamanes?

Hombres y mujeres fueron capaces de entrar en trance, para establecer un puente entre este mundo y el otro viaja en las dimensiones inferiores, medio y superior, capaz de curar, los guardianes de la historia oral de su pueblo. En Jung, vamos a entender esta condición, la posibilidad de acceder al inconsciente colectivo de la humanidad, lo simbólico, lo imaginario, por la fuerza de los arquetipos.

 Los chamanes fueron designados al efecto en el dialecto local. El término fue incorporado a la obra de Mircea Eliade y se dedicó a establecer los yayés los shabonos y magos de muchas naciones que tiene el mismo poder, de ser un puente entre los mundos. Hoy en día, los antropólogos utilizan el término para referirse a las personas a partir de una amplia variedad de las culturas no occidentales, que son conocidos por palabras tales como: hechicero, mago, curandero, mago, magia, psíquica...

 Aquí en Brasil, con el chamán nombre, en América del Norte, el Hombre, Medicina y de la Mujer en América Central, los curanderos o brujos. Un chamán es, en la mayoría de los casos, un sanador herido, que, al experimentar los extremos de la enfermedad física, mental, espiritual o emocional, después de haber estado en contacto con el mal, que es capaz de llevar a cabo acciones para promover la curación en sí mismo en otros y en relación con el planeta.


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