Cada 11 años los medios anuncian
un pico de la actividad solar, lo que conlleva la aparición de manchas solares
y el estallido de tormentas solares potencialmente peligrosas, así como la
aparición de auroras pintorescas.
Si bien esta fase, conocida como máximo solar, ha sido pronosticada para el próximo mes de agosto, los científicos advierten que también debemos prestar atención a los periodos tranquilos de nuestra estrella.
El 'clima'
cósmico no desaparece durante el mínimo solar, sino que cambia de forma y se
acerca a un extremo diferente” "El 'clima' cósmico no desaparece
durante el mínimo solar, sino que cambia de forma y se acerca un extremo
diferente”, explicó el astrofísico Madhulika Guhathakurta, de la NASA.
De hecho, una disminución de los
vientos solares permite que más rayos cósmicos alcancen el sistema solar.
Estos iones cargados de gran
energía pueden romper las cadenas de ADN, aumentando el riesgo de cáncer en los
astronautas, según el investigador.
La disminución de la radiación
ultravioleta solar también conlleva el enfriamiento de la atmósfera terrestre
que, al contraerse, ejercen menos influencia sobre las órbitas de satélites en
lo que se refiere a fuerzas de gravitación.
Al mismo tiempo, la basura
espacial tiende a acumularse en la órbita en estos periodos de calma, a
diferencia del máximo solar, cuando la recalentada y expansiva atmósfera atrae
la basura, parte de la cual se quema cayendo a la Tierra.
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