sábado, 12 de octubre de 2013

Los Discos Solares: Legado Lemurianos




El artículo que les comparto a continuación me ha dejado impresionada por su profunda información, llegó a mi por “casualidad y pueden encontrar el original en bibliotecapleyades.net, deseo compartirlo porque me parece excelente que conozcamos esto, para engranar muchas cosas que están sucediendo en la actualidad.

Hace decenas de miles de años, en una época perdida, en que el hombre originario del planeta caminaba erguido sobre tierras hoy sumergidas frente a las costas sur orientales de África, en el actual océano Índico, se produjo la aparición del “primer disco”.

Los antiguos hombres de Lemuria habían comprendido que la Tierra se hallaba viviendo una “realidad paralela”, desfasada del Real Tiempo del Universo. Sabían que en algún momento se produciría la reconexión, así que decidieron colaborar en tal tarea, lo cual les llevó a diseñar una herramienta de poder, construida con elementos del planeta, para orientar la ruta cósmica al Tiempo Real, representada físicamente en un gran portal que se hallaría entre las órbitas de Júpiter y Saturno.

Los humanos de aquel entonces, contaron con la ayuda de unas pequeñas y bondadosas criaturas del mundo subterráneo, conocidas por nosotros con el nombre de “Sunkies”. Estos seres, que descubrimos físicamente en la expedición a la Cueva de los Tayos del año 2002, en aquellos tiempos proveyeron al hombre de Lemuria los elementos necesarios para construir un gigantesco disco. Una herramienta poderosa, llena de magia y esplendor.

Sin embargo, cuando los interventores extraterrestres volvieron a la Tierra, observando que se había construido esta herramienta, decidieron poner fin al proyecto Lemurianos por considerarlo peligroso y excesivamente temprano para el proceso terrestre. Además, los interventores no habían registrado cómo el hombre de Lemuria pudo hacer cosa semejante, conocimiento que podría ser de suma importancia para el aprendizaje extraterrestre y la esencia del Plan Cósmico.

Sé que estas afirmaciones resultan increíbles y extrañas, sin embargo esta es la información que hemos recibido en la experiencia de contacto.

Los interventores dividieron en 12 partes aquel disco, y las escondieron en el mundo. Y no obstante a ello, con el tiempo, los extraterrestres llegaron a comprender el esfuerzo Lemurianos, decidiendo reactivar el portento que construyeron, y que ahora se hallaba representado en 12 discos de poder, ocultos en el mundo Intraterrestres: “Inteligentemente, la Confederación de Mundos de la Galaxia, encargó a la recién fundada Hermandad Blanca del desierto de Gobi la construcción de un ‘disco matriz’, que pudiera ensamblar a todos los discos, unirlos a todos.

De esta forma, se elaboró una poderosa herramienta cósmica, una verdadera llave que conocemos como ‘El Gran Disco Solar’, portento que en la actualidad se encuentra custodiado y protegido en el Retiro Interior del Paititi (legendaria ciudad perdida inca, o reino pre inca, de quien se dice que podría haber existido al este de los Andes, escondido en algún lugar de la selva del sureste de Perú, norte de Bolivia o suroeste de Brasil).

Los otros doce discos, también vigilados por los Maestros, fueron ubicados en lugares estratégicos. 

A todos se les puso una ‘cerradura’, y escondieron la ‘llave’. Esa llave, es el recuerdo…” (Extracto del “Informe Licancabur”) Como recordamos, hace miles de años, en el desierto de Gobi, llegaron los 32 Mentores de la Luz para fundar la Hermandad Blanca de la Tierra.

Shambala es un recuerdo del arribo y misión de tan elevadas conciencias. Ellos construyeron un nuevo disco, el número 13, que tendría la misión de “unir” a los otros cuando llegue el momento más importante del tránsito planetario.

Sixto Paz lo resume así en su artículo “Crónicas de la Tierra”: “El oro de la tierra no era de la calidad y refinamiento que se necesitaba para crear 12 discos a manera de espejos metálicos que, conectados entre sí, y con un treceavo, que era mayor, y que los ensambla a todos, debían ser ubicados en puntos estratégicos, pudieran plasmar un rumbo de conexión con la puerta cósmica de regreso al Real Tiempo del Universo.

Por ello se requirió de la combinación de varios metales, siete precisamente. Pero no era suficiente la mera aleación de los metales, se requería que en su fabricación interviniera la combinación de voces, mentes y corazones del planeta y de éste tiempo alternativo”.

La Activación de la Red del Tiempo

Si algo quedo muy claro en los últimos viajes y experiencias, es que esta red será activada cuando el Disco Solar construido en el Gobi (y que actualmente se encuentra en Paititi) despierte, enlazando así a los otros 12.

Esto sólo puede ocurrir a partir del año 2012, ya que la herramienta de Paititi depende de toda la intensidad del denominado “Rayo Sincronizador”, que fluirá completamente del Sol Central de la Galaxia a nuestro Sistema Solar en la coordenada antes mencionada.

Ello ya está empezando a suceder, y de hecho se halla en incremento constante; no en vano los científicos de todo el mundo están mirando a las estrellas para encontrar alguna explicación a los recientes eventos climáticos de la Tierra y especialmente, la inusual actividad del Sol.

Como fuese, diversos estudios coinciden en que el panorama se verá más inquietante entre los próximos siete y diez años.

Muchos grupos se han sentido llamados a trabajar con la Red del Tiempo. Y debo mencionar que en medio de esta faena se han percibido “discos” y “herramientas similares” en lugares fuera de América.

Lo que ocurre es que antiguas civilizaciones materializaron sus conocimientos mágicos a través de la construcción de discos de oro u otros materiales, y que también se hallarían en el mundo subterráneo o etéricamente en algún importante yacimiento arqueológico, pero sin que ello se refiera a la Red del Tiempo antes mencionada.

En enero del 2005, durante un encuentro internacional en Capilla del Monte, se recibieron diversos mensajes en simultáneo que aclaraban este punto: “…La Red del Tiempo, hermanos, está constituida como se les reveló por aquellos 12 discos y la herramienta de poder de Paititi que los armoniza. Los otros discos que han percibido fueron en su momento instrumentos de poder de antiguas civilizaciones desaparecidas, ajenos a la Red del Tiempo pero a cargo actualmente de la Hermandad Blanca.

La Red del Tiempo se encuentra en la franja americana, como constataron, desde Monte Shasta hasta la Antártica, siguiendo una estrategia energética que procura apoyar al planeta en su ascenso desde los lugares donde las energías y los Retiros de la Hermandad Blanca se hallan activos. El origen de aquellos discos está en Lemuria, y el destino de su aporte en las estrellas que brillan en el Real Tiempo del Universo…”

En otro párrafo del mensaje se afirma:

“…En agosto del 2012 se espera el último viaje a Paititi. En esta jornada se despertará definitivamente el Gran Disco Solar, enlazando así a los 12 Discos de Poder, volviéndose todos uno, como en los tiempos de la antigua Lemuria”. Tanto en la última expedición a Roncador en Brasil (agosto 2004), como la maravillosa experiencia de Tierra del Fuego (el pasado 12 de diciembre) se han recibido contundentes informaciones sobre los discos.

Uniendo el aporte de diversos grupos, todos coincidimos en que: los discos “tienen vida propia”; interactúan con uno, son “inteligentes”. En algún momento “estuvieron juntos”, unidos. Ello apunta al relato anterior en tiempos de Lemuria. A pesar de tener una ubicación física definida, los discos pueden “proyectarse”, como si se estuvieran bilocando. Este fenómeno ocurre por el ingreso gradual de la Tierra al Real Tiempo del Universo.

Efectivamente, el Disco del Paititi fue el último en “construirse” (Gobi), pero su importancia estriba en que une a los demás…

 Colaboración: Zeus Grafe

1 comentario:

Anónimo dijo...

ESTE RELATO ES MUY INTERESANTE,ME GUSTARIA SABER MAS ACERCA DE ESTE ACONTECIMIENTO Y DODE Y CUANDO SUCEDERA,GRACIAS LO COMPARTO,SALUDOS