El debilitamiento de la
magnetosfera causado por la inversión polar podría exponer a la Tierra al
devastador viento solar, capaz de agujerar su capa de ozono, cambiando
drástica mente el clima y aumentando las tasas de cáncer, opinan los
científicos.
Durante los últimos 200 años el
campo magnético que protege a la Tierra de la radiación espacial se ha reducido
aproximadamente en un 15% y, según varios estudios, ello podría ser una señal
de la reversión geomagnética o del cambio de la polaridad terrestre, advierte
el diario 'Daily Mail'.
Si bien este proceso natural que afecta al campo magnético terrestre ya tuvo lugar varias veces en el pasado, su prolongación podría conllevar consecuencias irreversibles para la humanidad, destruyendo la capa de ozono y convirtiendo el planeta en un mundo inhóspito y desierto como Marte.
Si bien este proceso natural que afecta al campo magnético terrestre ya tuvo lugar varias veces en el pasado, su prolongación podría conllevar consecuencias irreversibles para la humanidad, destruyendo la capa de ozono y convirtiendo el planeta en un mundo inhóspito y desierto como Marte.
Según algunas estimaciones, el debilitamiento de la magnetosfera, un escudo creado por el campo magnético que protege a la Tierra de las partículas del viento solar, aumentará drástica mente los niveles de cáncer y otras enfermedades.
"La radiación podría ser
entre 3 y 5 veces mayor que la causada por los agujeros de ozono de carácter
antropogénico. Además, los agujeros de este tipo podrían ser más grandes y de
mayor escala", dice el profesor Colin Forsyth de la Escuela Universitaria
de Londres.
El clima de la Tierra también
cambiaría irremediablemente, advierten los investigadores. De hecho, un
reciente estudio danés considera que el calentamiento global está directamente
relacionado con el campo magnético y que no ha sido causado por las emisiones
de CO2 y el efecto invernadero.
La seriedad de la amenaza se
confirma por el interés que últimamente despierta el tema en las agencias
espaciales, que envían misiones para detectar los cambios del campos magnético
y elaborar mapas más detalladas de la magnetosfera para calcular los posibles
daños causados por el clima espacial.
Aunque aún no existe una opinión
común sobre el inicio de la fase del cambio de la polaridad, algunos estudios
afirman que el proceso ya ha comenzado, siendo una prueba de ello el aumento de
la radiación en la Anomalía del Atlántico Sur, una región con el campo
magnético ''deprimido''.
De acuerdo con otros
especialistas, un aumento en la cobertura de nubes en la troposfera y el
aumento en los agujeros de ozono polares también pueden considerarse como
pruebas del debilitamiento de la magnetosfera.
Al mismo tiempo, los
científicos consideran que aún es prematuro para desesperarse, ya que los
cambios no tienen por qué conllevar necesariamente consecuencias
catastróficas.
"Mientras tengamos solo una
comprensión básica del interior de la Tierra, hay muchas cosas que aún no
sabemos", subraya el profesor Forsyth. "No entendemos completamente
cómo se genera el campo magnético de la Tierra, las causas de estos cambios y
su duración", concluye.
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