Una de las situaciones de la cual
nos convencen a través de las creencias, es que nuestro cuerpo es de dios y no
podemos destruir algo que no es nuestro. Los avatares que fabriquemos en este
juego, no son de nuestra propiedad, y para mantenerlos debemos pagar un
arrendamiento por su uso, a través del duro esfuerzo de nuestro trabajo. Tu
valor es equivalente a los réditos que les generas y según produzcas, será tu
estatus en su mundo. Durante la experiencia mal llamada vida, seremos
virtualmente esclavos, mataremos y moriremos cuando ellos digan, crearan el
clima necesario para ser ordeñado sin protestar. Será pecado matar, pero estará
permitido hacerlo, siempre y cuando ellos lo permitan y participen de ello, ya
sea en guerras, terrorismo o como un vil y cobarde asesino, si estas entidades
han disfrutado del banquete que les has proporcionado, serás recompensado, pero
habrás vendido tu alma.
Si nuestra realidad a día de hoy
es una mazmorra, un holograma puesto ante nosotros para olvidarnos de quiénes
somos y de cuál es nuestra meta, para seguir la zanahoria de las creencias y de
las falsas verdades, que nos guían por el camino equivocado y vivir atrapado en
esa cárcel, pero ¿Quienes son nuestros carceleros? Bueno es fácil que pienses,
que aquellos que te hacen la vida imposible son tus verdaderos carceleros,
banqueros, políticos, empresarios o el clero, esa élite, que todo lo maneja y
que te tiene esclavizado, que sientes su látigo diariamente en tu espalda y que
se ríen del sudor de tu esfuerzo, que controla lo que ganas, lo que piensas y
lo que crees. No estarás del todo equivocado si piensas así, ellos son el
primer escalón de tu represión, ellos son la herramienta que ejecutan
finalmente e influye directamente en tu vida, son el primer filtro entre la
masa y el carcelero.
Todos los problemas cotidianos
fueron diseñados para que nunca
tengas tiempo para pensar, hacerte preguntas y vivir consciente. |
Mantener esta cárcel holográfica
requiere de mucho personal, y de muchos métodos para que fijes la mirada en esa
irrealidad. El dinero, el trabajo, la posesión material, la televisión, la
alimentación, la medicación, la ciencia y las creencias, son solo quizás
algunos de los barrotes de tu celda, seguro que si te paras a pensar,
encontraras muchos más, de estos barrotes, que impiden que seas tú mismo y que
seas libre. Los primeros carceleros y los más feroces, serán los que más cerca
están de ti, aquellos que más te quieren, tu propia familia. Ellos cuidaran que
no te salgas del programa y seas un individuo mas en el sistema, alguien
“normal” decente que trabaja, forma una familia y engrasa con su sangre la
maquinaria del sistema. Después les seguirían tus amigos, tus vecinos, tus
compañeros de trabajo o tu jefe, que te quitaran de la cabeza cualquier
resquicio de locura transitoria que sugiera que has despertado y te has dado
cuenta de la gran mentira.
Posteriormente en esta pirámide
escalonada, les siguen esos ogros antes mencionados, políticos, banqueros, etc.
Estas élites están ahí solo para dar la cara, son como juguetes, que una vez
rotos se olvidan y se sustituyen fácilmente por otros, son verdaderos comodines
del sistema, una especie de tontos útiles nada más. Da igual que ideas
defiendan y que opuestos sean o parezcan unos de otros, todos están puestos por
el sistema y todos responden al modelo dual bueno-malo, izquierda/derecha,
comunismo/fascismo, religión/ateísmo, puestos para que focalices tus sentidos
en algo concreto y tangible y olvides el resto de los engranajes de esta
maquinaria.
Los carceleros que siguen en los
más altos escalones de la pirámide, los puedes imaginar fácilmente, grupos de
poder, logias masónicas, sociedades secretas, todos y cada uno de ellos tienen
alguien por encima. Según vas escalando posiciones, las garras del poder se van
difuminando y se comienza a oscurecer, no vas a encontrar personas concretas
con nombre y apellido, una vez llegues arriba, no podrás más que conjeturar,
teorizar y dar palos de ciego, porque los que realmente manejan el mundo no
tienen cara, ni tienen una identidad definida, no pueden ser señalados, ni
localizados, es algo tan confuso y borroso que finalmente bajaras unos peldaños
y culparas de todos tus males finalmente a los mismos de siempre.
Es esa indefinición la que los ha
mantenido en la cúpula durante milenios, te toparas con teorías
extraterrestres, reptiles, anunnakis, seres dimensionales y un catalogo de
imprecisiones que conseguirán que continúen ocultos y ordeñando tranquilamente
a la humanidad, no quiero decir que no existan, simplemente no son tangibles.
Céntrate y deja de matar dragones, no continúes buscando a tus carceleros, ya
que tú eres la llave de tu propia celda y ser libre depende de ti.
Remángate y empieza a trabajar en
lo verdaderamente importante, deja de juzgar y culpar a nadie, la única verdad
que existe es la que tú encuentres en ti, la única conspiración es la que tú
mismo te creas, tú eres tu peor enemigo, pero también eres tu mayor aliado.
Esta es una aventura que nadie puede vivir por ti, debes aclarar tus
prioridades y echarle arrestos, enfrentarte a tus miedos y tomar el control que
cediste a otros hace años, así y solo así, lograras escapar de tu cárcel.
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