Un par de
terremotos masivos que sacudieron el océano Índico el 11 de abril podría
indicar el último pasó en la formación de un nuevo límite de placa en la
superficie de la Tierra.
Es probable
que las tensiones geológicas que rasgan la placa indo-australiana hayan causado
los terremotos de 8,6 y 8,2 grados de magnitud, que rompieron numerosas fallas
y desencadenaron réplicas durante seis días, según tres documentos de
investigación publicados en internet por la revista Nature.
Los sismólogos han sospechado desde la década de 1980
que la placa indo-australiana podría estarse rompiendo. Pero los terremotos del
11 de abril representan “el ejemplo más espectacular” de este proceso en
acción, dice Matthias Delescluse, geofísico de la Ecole Normale Superieure, en
París, y principal autor del primer documento. En todo el mundo, “es el ejemplo
más claro de límites de placas recién formadas”, asegura.
Según las teorías prevalecientes sobre placas tectónicas,
la placa indo-australiana empezó a deformarse internamente hace aproximadamente
10 millones de años. Conforme la placa se movió hacia el norte, la región
cercana a India chocó contra la placa euroasiática, empujando a los Himalayas y
hundiendo a India. La mayoría de los científicos piensa que la porción
australiana se forjó más adelante, creando tensiones retorcidas que están
separando la placa en el océano Índico.
Delescluse y su equipo infirieron la presencia de
estas tensiones sísmicas modelando cambios de estrés poco antes de los
terremotos de 2012. Descubrieron que dos terremotos previos sobre el límite de
la placa oriental -el temblor de 2004 de magnitud 9,1 que desencadenó un
tsunami masivo en todo el océano Índico y otro terremoto de 2005- probablemente
desencadenaron el evento de 2012 sumándose a tensiones reprimidas en la región
media de la placa.
Gregory Beroza, sismólogo de la Universidad de
Stanford, en Palo Alto, California, dice que el modelo es una explicación
probable. “Los terremotos de 2004 y 2005 en sí mismo no debieron haber causado
este otro terremoto. Tuvo que haber otras tensiones”, considera.
Desplazándose
La mayoría de los terremotos grandes ocurre cuando dos
placas chocan en sus límites y una se mete por debajo de la otra. En contraste,
cuando placas o partes de placas se desplazan horizontalmente sobre líneas de
fallas, eventualmente resulta en terremotos de desgarre más chicos.
Sin embargo, el primer evento del 11 de abril desafió
las expectativas como el terremoto transversal más grande de la historia, y uno
de los más fuertes que ha ocurrido en un límite de placa convencional.
En el segundo estudio los investigadores encontraron
que el estrés acumulado esparcido en el interior de la placa se liberó en el
primer evento del 11 de abril, resultando en uno de los patrones de fallas más
complejos que se han observado. Al contrario de la mayoría de los terremotos
que sacuden a lo largo de una misma falla, éste desgarró cuatro fallas, y una
se llegó a deslizar entre 20 y 30 metros.
“Este terremoto fue una sorpresa”, dice Thorne Lay,
coautor del estudio y sismólogo de la Universidad de California, en Santa Cruz.
Estudios previos ya habían identificado múltiples
fallas transversales para el terremoto de 8,6, pero ninguno había analizado la
cantidad de deslizamiento con tanto detalle. Beroza dice que Lay y su equipo
“hacen un trabajo excelente distinguiendo este terremoto tan importante” en su
investigación.
Impresiones
duraderas
Aunque la mayor parte de la atención se ha enfocado en
cómo se dieron los terremotos, algunos investigadores también están analizando
los efectos posteriores de este gigantesco temblor. En un tercer estudio, los
científicos encontraron que durante seis días después del evento en todo el
mundo se dieron terremotos de 5,5 y más grados de magnitud en casi cinco veces
su tasa normal.
“Las réplicas normalmente están restringidas a la
vecindad inmediata de un choque principal”, dice Fred Pollitz, principal autor
del estudio y geofísico del Sondeo Geológico de Estados Unidos, en Menlo Park,
California. Señala que el ejemplo del 11 de abril debería cambiar las
definiciones convencionales sobre qué tan pronto y qué tan cerca pueden ocurrir
las réplicas de terremotos grandes.
“Es importante estudiar todos los terremotos, pero
éste es más bien único”, dice Hiroo Kanamori, un sismólogo del Instituto
Tecnológico de California, en Pasadena. Con tantas características inusuales
para examinar, la secuencia del terremoto del 11 de abril podría continuar más
tiempo para expandir las ideas de los investigadores sobre cómo pueden ocurrir
los terremotos.
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