lunes, 15 de octubre de 2012

Terremotos en el océano Índico señalan rompimiento tectónico



Un par de terremotos masivos que sacudieron el océano Índico el 11 de abril podría indicar el último pasó en la formación de un nuevo límite de placa en la superficie de la Tierra.

 Es probable que las tensiones geológicas que rasgan la placa indo-australiana hayan causado los terremotos de 8,6 y 8,2 grados de magnitud, que rompieron numerosas fallas y desencadenaron réplicas durante seis días, según tres documentos de investigación publicados en internet por la revista Nature.

Los sismólogos han sospechado desde la década de 1980 que la placa indo-australiana podría estarse rompiendo. Pero los terremotos del 11 de abril representan “el ejemplo más espectacular” de este proceso en acción, dice Matthias Delescluse, geofísico de la Ecole Normale Superieure, en París, y principal autor del primer documento. En todo el mundo, “es el ejemplo más claro de límites de placas recién formadas”, asegura.

Según las teorías prevalecientes sobre placas tectónicas, la placa indo-australiana empezó a deformarse internamente hace aproximadamente 10 millones de años. Conforme la placa se movió hacia el norte, la región cercana a India chocó contra la placa euroasiática, empujando a los Himalayas y hundiendo a India. La mayoría de los científicos piensa que la porción australiana se forjó más adelante, creando tensiones retorcidas que están separando la placa en el océano Índico.

Delescluse y su equipo infirieron la presencia de estas tensiones sísmicas modelando cambios de estrés poco antes de los terremotos de 2012. Descubrieron que dos terremotos previos sobre el límite de la placa oriental -el temblor de 2004 de magnitud 9,1 que desencadenó un tsunami masivo en todo el océano Índico y otro terremoto de 2005- probablemente desencadenaron el evento de 2012 sumándose a tensiones reprimidas en la región media de la placa.

Gregory Beroza, sismólogo de la Universidad de Stanford, en Palo Alto, California, dice que el modelo es una explicación probable. “Los terremotos de 2004 y 2005 en sí mismo no debieron haber causado este otro terremoto. Tuvo que haber otras tensiones”, considera.

Desplazándose

La mayoría de los terremotos grandes ocurre cuando dos placas chocan en sus límites y una se mete por debajo de la otra. En contraste, cuando placas o partes de placas se desplazan horizontalmente sobre líneas de fallas, eventualmente resulta en terremotos de desgarre más chicos.

Sin embargo, el primer evento del 11 de abril desafió las expectativas como el terremoto transversal más grande de la historia, y uno de los más fuertes que ha ocurrido en un límite de placa convencional.

En el segundo estudio los investigadores encontraron que el estrés acumulado esparcido en el interior de la placa se liberó en el primer evento del 11 de abril, resultando en uno de los patrones de fallas más complejos que se han observado. Al contrario de la mayoría de los terremotos que sacuden a lo largo de una misma falla, éste desgarró cuatro fallas, y una se llegó a deslizar entre 20 y 30 metros.

“Este terremoto fue una sorpresa”, dice Thorne Lay, coautor del estudio y sismólogo de la Universidad de California, en Santa Cruz.

Estudios previos ya habían identificado múltiples fallas transversales para el terremoto de 8,6, pero ninguno había analizado la cantidad de deslizamiento con tanto detalle. Beroza dice que Lay y su equipo “hacen un trabajo excelente distinguiendo este terremoto tan importante” en su investigación.

Impresiones duraderas

Aunque la mayor parte de la atención se ha enfocado en cómo se dieron los terremotos, algunos investigadores también están analizando los efectos posteriores de este gigantesco temblor. En un tercer estudio, los científicos encontraron que durante seis días después del evento en todo el mundo se dieron terremotos de 5,5 y más grados de magnitud en casi cinco veces su tasa normal.

“Las réplicas normalmente están restringidas a la vecindad inmediata de un choque principal”, dice Fred Pollitz, principal autor del estudio y geofísico del Sondeo Geológico de Estados Unidos, en Menlo Park, California. Señala que el ejemplo del 11 de abril debería cambiar las definiciones convencionales sobre qué tan pronto y qué tan cerca pueden ocurrir las réplicas de terremotos grandes.

“Es importante estudiar todos los terremotos, pero éste es más bien único”, dice Hiroo Kanamori, un sismólogo del Instituto Tecnológico de California, en Pasadena. Con tantas características inusuales para examinar, la secuencia del terremoto del 11 de abril podría continuar más tiempo para expandir las ideas de los investigadores sobre cómo pueden ocurrir los terremotos.





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