Nada está parado, todo vibra… el
sonido es vibración, la luz es vibración, nosotros somos vibración, nuestros
pensamientos son vibración…. ¿Os ha ocurrido alguna vez entrar en un lugar
donde habéis sentido que la vibración que circulaba no era buena? ¿Os habéis
marchado de una fiesta porque el ambiente estaba pesado? ¿Qué es en realidad
esa vibración? ¿Algo visible? No, absolutamente, pero se trata de algo
perceptible.
La ‘Ley de Vibración’ sostiene
que “nada está inmóvil, todo se mueve, todo vibra”. Tú, lo creas o no (no
importa mucho), vibras, y en función de qué tipo ejerzas obtendrás unos
resultados concretos, difusos, elegidos, erróneos… Traducido a nuestros
idiomas, los del homo sapiens, se podría llamar “corazonada”, “buen o mal
rollo”, “feeling”. También es conocida esta ley por la clásica frase “no me da
buena espina” o “sí me da” y así hasta completar el libro que comentaba en las
primeras líneas. La ‘Ley de Vibración’ está siempre actuando y qué pocas veces
somos conscientes de ella y de cómo elegir vibrar.
La música nos ayuda a comprender
este paradigma. Una guitarra es un ejemplo claro de que la vibración (como la
tuya, invisible) causa un efecto sobre su entorno. Al golpear una cuerda o
varias, se produce una vibración que genera un sonido. Éste sonido puede o no
estar en sintonía contigo, pero por eso mismo ya genera en el receptor una
reacción de atracción o rechazo. Lo que sí es cierto es que esa guitarra ha
“contactado” contigo y lo ha hecho a través de una vibración. Le pasa a todos
los instrumentos, por eso se siente magia con la música, sea cual sea. Incluso
la palabra es la música del pensamiento, pero nunca él mismo.
¿QUE ATRAEMOS CON NUESTRA
VIBRACIÓN?
Si tenemos pensamientos negativos
nuestra mente estará emitiendo señales vibratorias negativas; entonces, ¿qué
tipo de vibraciones estaremos atrayendo hacia nosotros? Negativas, sin duda.
Estamos cansados de escuchar
esto, pero nuestra mente continúa emitiendo señales de odio, rabia, envidia,
frustración, etc… Todas éstas son vibraciones negativas. En realidad es
bastante fácil comprobar este principio: la guerra atrae la guerra, el odio
atrae el odio y el dinero atrae el dinero, ¿no es cierto? Pues sí, pero amor
atrae amor, bondad atrae bondad, prosperidad atrae prosperidad. ¿Cómo hacer
entonces para atraer tantas cosas buenas hacia nuestra vida?
Sabemos que atraemos a las
vibraciones que emanamos, por lo que hay que estar atentos a nuestras
vibraciones. Cambiar a tiempo nuestras vibraciones, no continuar conversaciones
con vibraciones bajas. Buscar siempre lo positivo de cada situación, de cada
persona. Si por el momento no puedes ver lo positivo de la situación, relájate
y confía en que ya mejorará. La esperanza te hace elevar tus vibraciones, el
miedo te mantiene bajo.
Muchas veces no podemos elegir
las personas con quien estamos, especialmente en los trabajos.
Por eso es allí donde debemos
descubrir nuestro gran potencial, donde nosotros manejamos las situaciones.
Ante situaciones negativas descubrir lo positivo, movernos hacia lo positivo
con nuestras acciones. No agregando situaciones negativas con miedos y críticas.
Muchas veces las crisis aparecen
por querer mantenernos en una misma situación o lugar. Nos mantenemos
inmovilizados por un tiempo sin hacer nada diferente. Nos mantenemos cómodos y
sin darnos cuenta cada vez estamos peor porque todo avanza y mejora y nosotros
seguimos en el mismo lugar. Hacemos actividades que no disfrutamos, y por eso
nuestro cuerpo se enferma y en vez de buscar cómo cambiar esa situación. Nos
dedicamos a hablar de nuestras enfermedades o lo malo de nuestro trabajo.
Así atraemos a gente negativa sin esperanza.
Tratemos de vibrar en el amor, el
amor nos eleva, busquemos ese amor incondicional que no busca nada a cambio.
Siempre puedes amar y elevarte. Amar a todo lo que te rodea. Si crees en Dios
unirte a Él, tener Fe que siempre está contigo y busca lo mejor para ti.
Nutrirte de la naturaleza, de los bosques, ríos, montañas y mar.
La ciudad, los ruidos muchas
veces nos contaminan.
Los pensamientos son importantes,
debemos tener pensamientos felices, liberarnos de pensamientos negativos.
Cuando vemos que estamos pensando en algo negativo, en el mismo momento debemos
cambiarlo por algo feliz, por lo que queremos y si no lo podemos hacer. Piensa
cuando estas tranquilo algo que hayas vivido o te gustaría vivir, ten una foto
de un momento feliz y sácalo en momentos críticos y disfruta de ese momento que
viviste.
No permitas que te invada
vibraciones negativas, tú tienes el poder para cambiar tu vida.
Busca siempre como mejorar cada
día. No te desanimes si tus pasos son más pequeños que el de los otros.
Piensa que música te gusta, esa
música que te entusiasma para ponerte en acción, esa música que te llene
de esperanza y fe.
Descarta la música melancólica,
triste que cuenta historias de fracasos o pérdidas. Lee historias de
triunfadores, de motivación, aquellas que te enseñan a mejorar.
Suprime horas y horas de noticias
de actualidad que se dedican a ver todo lo malo que existe y como cada día es
peor que el otro.
Agradece todos los días lo que
tienes, todos tenemos para agradecer, valorar lo que tienes, muchas veces
caemos en la costumbre que lo que tenemos es lo natural, nos olvidamos de lo
afortunado que somos de tener ojos para ver, oídos para escuchar, piernas para
caminar, voz para expresar lo que sentimos, vida para vivirla.
¿Tú manejas tus vibraciones o
ellas se apoderan de ti?
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