lunes, 12 de noviembre de 2012

Preparación para el contacto ET.




                                                                         
A pesar que varios gobiernos del mundo y Fuerzas Aéreas liberaron información sobre los ovnis, al punto de que el ex astronauta Edgar Mitchell (Capitán del Apolo XIV) exigiera recientemente a Barack Obama en sumarse a la desclasificación de los “no identificados” y que revele su naturaleza extraterrestre, aún hay mucha madera por cortar en torno a nuestra comprensión de los extraterrestres y sus intenciones.

De lo único que tenemos certeza quienes sostenemos haber vivido la experiencia, es que nos observan desde hace mucho y que no vienen con malas intenciones.


 El plan de contacto, según lo que hemos vivido y estudiado, parece apuntar a la elevación de la conciencia humana ante su inexorable destino cósmico. A prepararnos. A generar un puente que nos lleve de regreso al corazón del Universo.

El contacto sería solo un medio, y no un fin, para alcanzar el siguiente nivel de evolución.

¿Estamos listos? Pienso que estamos en el camino.

Pero hay que observar detenidamente la experiencia que significa relacionarse con formas de vida superiores. Debo subrayar que el contacto con ellos requiere una gran responsabilidad. Si bien es cierto lo extraterrestres conocen muy bien cuándo, con quiénes y por qué, es nuestra la responsabilidad de mantener el balance y la preparación para sobrellevar de la mejor manera una experiencia semejante.

Sobre los contactos, casi siempre, ellos elijen acercarse de forma sutil para luego intentar una aproximación más directa.

Suelen optar por conexiones mentales o, incluso, a través del mundo de los sueños, antes de concertar una “prueba física”, como lo puede ser un avistamiento señalado previamente, con lugar, día y hora exactos, o el mismísimo encuentro cara a cara con ellos, aunque debo añadir que no en todos los casos la relación con estos seres deba seguir ese paso.


 Lo cierto es que la conexión mental o telepática es la piedra cimiento del “modus operandi” de los Guías o Hermanos Mayores, como les llamamos en nuestra experiencia de contacto.

¿Cómo opera la telepatía?

¿Qué características debería tener un canal o antena?

¿Cómo identificar un buen mensaje de un mentalismo?

Sobre el método de recepción de mensajes telepáticos

Los mensajes mentales son formas de pensamientos que fluyen y recorren ilimitadas distancias hasta llegar a un receptor, que los decodifica e interpreta, y algunas ocasiones, plasmándolos por escrito (Psicografía o escritura automática).

Podríamos decir que estos seres (y vale para otro tipo de entidades, como seres de luz) que toman contacto con nosotros asumen el papel de emisor - lo cual no es improbable dados los altos niveles psíquicos que han desarrollado - y el contactado en la Tierra asume una función de receptor o antena, estando totalmente consciente antes, durante y después de la recepción.

Este último punto es muy importante de aclarar para no confundir las prácticas de recepción telepáticas con espiritismo o mediumnismo.

La telepatía es una capacidad inherente y natural al ser humano. Ejemplos lo vemos a diario: como cuando “adivinamos” lo que alguien nos va a decir antes de que pronuncie palabra alguna, o cuando pensamos “algo” y de pronto una persona nos “escucha”, como si hubiésemos expresado nuestra idea en voz alta.

¿A quién no le ocurrió? El tema pasa por desarrollarlo.

Y no es difícil abrir la mente cuando uno adquiere una técnica de adiestramiento basada en la respiración consciente y la concentración. La meditación, como afirmamos en el artículo anterior, es la base de toda preparación psíquica.


 Y la telepatía no es un tema poco serio.

Recordemos que hay numerosas investigaciones científicas al respecto. Quizá el caso más célebre sea el del astronauta Edgar Mitchell, que a bordo del Apolo XIV en el momento de su paso detrás de la Luna, inició un experimento de telepatía con un receptor que se hallaba en la Tierra, específicamente en la ciudad de Chicago, en los Estados Unidos - el receptor era nada más y nada menos que el gran psíquico e ingeniero sueco Olof Johnson.

Según la comunicación de la Universidad de Massachusetts, los aciertos de Mitchell fueron notables (cerca de un 80%) a pesar de estar separado de nuestro planeta por más de 400.000 Km.

La experiencia que vivió Mitchell en este viaje espacial cambió su vida como científico y militar norteamericano, dedicando sendos esfuerzos a comprender la mente humana, tarea que lleva en la actualidad en su Instituto de investigación en San Francisco, California. Mitchell también piensa que todos los seres humanos podemos desarrollar la comunicación mente a mente.

Y sin duda, los seres que nos contactan ya lo lograron.

Características de una verdadera comunicación

De acuerdo a lo que hemos aprendido, todo aspirante que procure lograr y mantener un contacto mental debe ser una persona sana física, mental y espiritualmente. Con un gran sentido de autocrítica que le permita no perder de vista los posibles mensajes recibidos.

Y sobre las características que debería poseer toda auténtica comunicación, estas son:

Todo buen mensaje debe ser coherente y lógico.

Contener una sabiduría sencilla y profunda.

Ser positivo y de alternativa, y no caer jamás en el juego del catastrofismo.

Siempre aportará algo nuevo, y no será sólo la repetición de mensajes anteriores. Además, los mensajes no se contradicen, sino que se amplían y profundizan.

Los mensajes auténticos son atemporales. No importa cuando se recibió, pues al leerlos uno sienten que cumplen su función en el aquí y el ahora. Su sabiduría rompe el espacio tiempo.

Son de proyección futura, trayendo un aporte que la intuición percibe y la mente muchas veces no logra comprender.

Un verdadero mensaje debe ser universalista y no personal, ni exclusivo.

Propone un trabajo y un cambio para bien.

No confunde, ni entra en contradicciones y mantiene una línea de amor y respeto para todo y para con todos.

Y lo más importante: los mensajes se reciben con alegría, por cuanto no es rutina de costumbre. Toda
Comunicación trae consigo Amor.

Tipos de Encuentros Cercanos

El fenómeno de los no identificados ha atraído la atención de importantes científicos de todo el mundo.


 Uno de ellos fue el Dr. J.A. Hynek, quien luego de participar en varios proyectos de la USAF norteamericana, entre ellos el célebre Blue Book, elaboró una clasificación de los encuentros cercanos de acuerdo a la mecánica de la experiencia.

Su tipología, conocida por todo investigador de los OVNIs, se hizo conocida para el público común gracias al film “Encuentros Cercanos”.

Hynek clasificaba en tres tipos los principales acercamientos:

Primer Tipo: Observación del OVNI

Segundo Tipo: Evidencia física del OVNI, como tomar tierra. También se alude a la interacción testigo-avistamiento, como por ejemplo: si el testigo “sintió” salir a la montaña y es allí cuando observa el OVNI.

Tercer Tipo: Encuentro físico con los tripulantes del OVNI.

Actualmente, en el campo del estudio del fenómeno de los no identificados, se considera un Cuarto Tipo de encuentro, que involucra el ingreso físico al interior del objeto.

Tipos de contactos

Básicamente, podríamos resumir los encuentros cercanos en tres tipologías:

Interdimensionales: Seres de luz. Guardianes de otros planos y dimensiones.

Extraterrestres: Relacionados con seres que provienen de otros mundos, una de las explicaciones más usuales para la presencia de los Ovnis en cielos de la Tierra.

Intraterrestres: Seres que habitan bajo la corteza terrestre, muchas veces vigilantes de lugares sagrados. 

Podría tratarse de sobrevivientes de antiguas súper civilizaciones que habitaron el planeta en la superficie, hoy ocultos en sus Retiros Interiores "como narran las leyendas deShambhala" custodiando el conocimiento secreto que habla del origen y destino de la Humanidad.

Para quienes escuchan hablar por primera vez del contacto con los intraterrestres de la Hermandad Blanca, haré un pequeño resumen.

La Hermandad Blanca

El origen de esta civilización subterránea se hallaría en las estrellas.

De acuerdo a lo que hemos recibido en nuestra experiencia de contacto, hace miles de años, 32 seres extraterrestres, representando a diferentes civilizaciones unidas por las fuerzas de la Luz, vinieron a la Tierra para constituir un gobierno interior positivo, la Hermandad Blanca planetaria. Ello ocurrió en el antiguo desierto de Shamo, el actual Gobi que comparten China y Mongolia.

Allí se desarrolló la “ciudad matriz”, el “foco de la Iluminación” que más tarde será recordado a través de la leyenda de Shamballa, centro espiritual del mundo intraterrestres de Agharta.

Hoy en día no es difícil escuchar de boca de los Lamas del Tíbet la existencia de este enclave, fundado en el pasado por “los Maestros del Cosmos” en el gran desierto mongol, con el objetivo de contrarrestar la influencia de la oscuridad en el mundo. La misión era sembrar la semilla de la luz para que en un futuro cercano el hombre pudiese encontrar la clave que lo llevaría a restituir el orden perdido entre el Cielo y la Tierra.

Según sabemos, valiéndose de su avanzada tecnología, y de un poderoso disco que construyeron con elementos de la Tierra y de sus propios mundos, lograron “leer” del denominado Registro Akáshico (que no sería nada más que el cinturón magnético de Van Allen) la historia y origen de nuestro planeta, así como el posible futuro del mismo como una consecuencia lógica de todo cuanto había ocurrido.

Esta información es llamada simbólicamente “El Libro de los de las Vestiduras Blancas”, aunque realmente se trata de una suerte de biblioteca cósmica que consiste en extraños cristales de roca y planchas metálicas con ideogramas. Esta información, en su momento, será revelada para que el ser humano escuche su verdadero pasado y origen, comprenda su presente, y sobre esta base construya un futuro de paz y armonía en la Tierra de la mano de otras civilizaciones del Universo.

Luego de los 32 Maestros extraterrestres que vinieron al desierto de Gobi, aproximadamente hace unos 12.000 años, continuó lo que podríamos denominar la “segunda generación” de la Hermandad Blanca, esta vez compuesta por sobrevivientes de la Atlántida - y otras civilizaciones perdidas - que se habían establecido en refugios subterráneos en diversas partes del mundo.

Actualmente, los descendientes de aquellos que sobrevivieron a la destrucción de la legendaria Poseidonis de Platón, aún continúan viviendo en el mundo subterráneo, custodiando y protegiendo los archivos que hablan de la verdadera historia de la humanidad.

Paititi o El Dorado, en las misteriosas selvas del Perú

La Cueva de los Tayos en el Ecuador

La Sierra del Roncador en el Mato Grosso brasileño

El Lago Titicaca en el altiplano peruano-boliviano

Roraima en Venezuela

El mismísimo desierto de Gobi en Asia,

...son algunos de los puntos en el mundo donde se encuentran los Retiros Interiores de la Hermandad Blanca.

El contacto con ellos también es mental, astral y físico, aunque más difícil de lograr que el encuentro con seres extraterrestres.

Esto es debido a dos razones:

La primera, que los intraterrestres de la Hermandad Blanca no suelen salir de sus “Retiros Interiores”, ubicados casi siempre en lugares alejados e indóciles.

Y segundo, que su “modus operandi” somete a mayores pruebas al aspirante.

La Hermandad Blanca trabaja intensivamente con los sueños, las sin cronicidades y la naturaleza, por lo tanto deberemos estar atentos a cada señal que podría conducirnos ante la presencia de los Maestros que visten de Blanco. Espero que este artículo haya podido transmitir cómo vivimos el contacto con los Hermanos Mayores y los Guardianes de la Tierra.

Y lo más importante: nunca olvidar que el verdadero encuentro cercano, es con uno mismo.

/por Ricardo González Alocilla
f:sabiens


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