A pesar que varios gobiernos del
mundo y Fuerzas Aéreas liberaron información sobre los ovnis, al punto de que
el ex astronauta Edgar Mitchell (Capitán
del Apolo XIV) exigiera recientemente a Barack
Obama en sumarse a la desclasificación de los “no identificados” y que
revele su naturaleza extraterrestre, aún hay mucha madera por cortar en torno a
nuestra comprensión de los extraterrestres y sus intenciones.
De lo único que tenemos certeza
quienes sostenemos haber vivido la experiencia, es que nos observan desde hace
mucho y que no vienen con malas intenciones.
El plan de contacto, según lo que
hemos vivido y estudiado, parece apuntar a la elevación de la conciencia
humana ante su inexorable destino cósmico. A prepararnos. A generar un
puente que nos lleve de regreso al corazón del Universo.
El contacto sería solo un medio,
y no un fin, para alcanzar el siguiente nivel de evolución.
¿Estamos listos? Pienso que
estamos en el camino.
Pero hay que observar
detenidamente la experiencia que significa relacionarse con formas de vida
superiores. Debo subrayar que el contacto con ellos requiere una gran
responsabilidad. Si bien es cierto lo extraterrestres conocen muy bien cuándo,
con quiénes y por qué, es nuestra la responsabilidad de mantener el balance y
la preparación para sobrellevar de la mejor manera una experiencia semejante.
Sobre los contactos, casi
siempre, ellos elijen acercarse de forma sutil para luego intentar una
aproximación más directa.
Suelen optar por conexiones
mentales o, incluso, a través del mundo de los sueños, antes de concertar una
“prueba física”, como lo puede ser un avistamiento señalado previamente, con
lugar, día y hora exactos, o el mismísimo encuentro cara a cara con ellos,
aunque debo añadir que no en todos los casos la relación con estos seres deba
seguir ese paso.
Lo cierto es que la conexión
mental o telepática es la piedra cimiento del “modus operandi” de
los Guías o Hermanos Mayores, como les llamamos en nuestra
experiencia de contacto.
¿Cómo opera la telepatía?
¿Qué características debería
tener un canal o antena?
¿Cómo identificar un buen mensaje
de un mentalismo?
Sobre el método de recepción de
mensajes telepáticos
Los mensajes mentales son formas
de pensamientos que fluyen y recorren ilimitadas distancias hasta llegar a un
receptor, que los decodifica e interpreta, y algunas ocasiones, plasmándolos
por escrito (Psicografía o escritura automática).
Podríamos decir que estos seres
(y vale para otro tipo de entidades, como seres de luz) que toman contacto con
nosotros asumen el papel de emisor - lo cual no es improbable dados los altos
niveles psíquicos que han desarrollado - y el contactado en la Tierra asume una
función de receptor o antena, estando totalmente consciente antes, durante y
después de la recepción.
Este último punto es muy
importante de aclarar para no confundir las prácticas de recepción
telepáticas con espiritismo o mediumnismo.
La telepatía es una
capacidad inherente y natural al ser humano. Ejemplos lo vemos a diario:
como cuando “adivinamos” lo que alguien nos va a decir antes de que pronuncie
palabra alguna, o cuando pensamos “algo” y de pronto una persona nos “escucha”,
como si hubiésemos expresado nuestra idea en voz alta.
¿A quién no le ocurrió? El tema
pasa por desarrollarlo.
Y no es difícil abrir la mente
cuando uno adquiere una técnica de adiestramiento basada en la respiración
consciente y la concentración. La meditación, como afirmamos en el artículo
anterior, es la base de toda preparación psíquica.
Y la telepatía no es un tema poco
serio.
Recordemos que hay numerosas
investigaciones científicas al respecto. Quizá el caso más célebre sea el del
astronauta Edgar Mitchell, que a bordo del Apolo XIV en el momento de su paso
detrás de la Luna, inició un experimento de telepatía con un receptor que se
hallaba en la Tierra, específicamente en la ciudad de Chicago, en los Estados
Unidos - el receptor era nada más y nada menos que el gran psíquico e ingeniero
sueco Olof Johnson.
Según la comunicación de la
Universidad de Massachusetts, los aciertos de Mitchell fueron notables (cerca
de un 80%) a pesar de estar separado de nuestro planeta por más de 400.000 Km.
La experiencia que vivió Mitchell
en este viaje espacial cambió su vida como científico y militar norteamericano,
dedicando sendos esfuerzos a comprender la mente humana, tarea que lleva en la
actualidad en su Instituto de investigación en San Francisco, California.
Mitchell también piensa que todos los seres humanos podemos
desarrollar la comunicación mente a mente.
Y sin duda, los seres que nos
contactan ya lo lograron.
Características de una verdadera
comunicación
De acuerdo a lo que hemos
aprendido, todo aspirante que procure lograr y mantener un contacto mental debe
ser una persona sana física, mental y espiritualmente. Con un gran sentido de
autocrítica que le permita no perder de vista los posibles mensajes recibidos.
Y sobre las características que
debería poseer toda auténtica comunicación, estas son:
Todo buen mensaje debe ser
coherente y lógico.
Contener una sabiduría sencilla y
profunda.
Ser positivo y de alternativa, y
no caer jamás en el juego del catastrofismo.
Siempre aportará algo nuevo, y no
será sólo la repetición de mensajes anteriores. Además, los mensajes no se
contradicen, sino que se amplían y profundizan.
Los mensajes auténticos son
atemporales. No importa cuando se recibió, pues al leerlos uno sienten que
cumplen su función en el aquí y el ahora. Su sabiduría rompe el espacio tiempo.
Son de proyección futura,
trayendo un aporte que la intuición percibe y la mente muchas veces no logra
comprender.
Un verdadero mensaje debe ser
universalista y no personal, ni exclusivo.
Propone un trabajo y un cambio
para bien.
No confunde, ni entra en
contradicciones y mantiene una línea de amor y respeto para todo y para con todos.
Y lo más importante: los mensajes
se reciben con alegría, por cuanto no es rutina de costumbre. Toda
Comunicación trae consigo Amor.
Tipos de Encuentros Cercanos
El fenómeno de los no
identificados ha atraído la atención de importantes científicos de todo el
mundo.
Uno de ellos fue el Dr. J.A.
Hynek, quien luego de participar en varios proyectos de la USAF norteamericana,
entre ellos el célebre Blue
Book, elaboró una clasificación de los encuentros cercanos de acuerdo a la
mecánica de la experiencia.
Su tipología, conocida por todo
investigador de los
OVNIs, se hizo conocida para el público común gracias al film “Encuentros
Cercanos”.
Hynek clasificaba en tres tipos
los principales acercamientos:
Primer Tipo: Observación del OVNI
Segundo Tipo: Evidencia física
del OVNI, como tomar tierra. También se alude a la interacción testigo-avistamiento,
como por ejemplo: si el testigo “sintió” salir a la montaña y es allí cuando
observa el OVNI.
Tercer Tipo: Encuentro físico con
los tripulantes del OVNI.
Actualmente, en el campo del
estudio del fenómeno de los no identificados, se considera un Cuarto Tipo
de encuentro, que involucra el ingreso físico al interior del objeto.
Tipos de contactos
Básicamente, podríamos resumir
los encuentros cercanos en tres tipologías:
Interdimensionales: Seres de luz.
Guardianes de otros planos y dimensiones.
Extraterrestres: Relacionados con
seres que provienen de otros mundos, una de las explicaciones más usuales para
la presencia de los Ovnis en cielos de la Tierra.
Intraterrestres: Seres que
habitan bajo la corteza terrestre, muchas veces vigilantes de lugares sagrados.
Podría tratarse de sobrevivientes de antiguas súper civilizaciones que
habitaron el planeta en la superficie, hoy ocultos en sus Retiros Interiores
"como narran las leyendas deShambhala"
custodiando el conocimiento secreto que habla del origen y destino de la
Humanidad.
Para quienes escuchan hablar por
primera vez del contacto con los intraterrestres de la Hermandad Blanca,
haré un pequeño resumen.
La Hermandad Blanca
El origen de esta civilización
subterránea se hallaría en las estrellas.
De acuerdo a lo que hemos
recibido en nuestra experiencia de contacto, hace miles de años, 32 seres
extraterrestres, representando a diferentes civilizaciones unidas por las
fuerzas de la Luz, vinieron a la Tierra para constituir un gobierno interior
positivo, la Hermandad Blanca planetaria. Ello ocurrió en el antiguo
desierto de Shamo, el actual Gobi que
comparten China y Mongolia.
Allí se desarrolló la “ciudad
matriz”, el “foco de la Iluminación” que más tarde será recordado a través de
la leyenda de Shamballa, centro espiritual del mundo intraterrestres de
Agharta.
Hoy en día no es difícil escuchar
de boca de los Lamas del Tíbet la existencia de este enclave, fundado en el
pasado por “los Maestros del Cosmos” en el gran desierto mongol, con el
objetivo de contrarrestar la influencia de la oscuridad en el mundo. La misión
era sembrar la semilla de la luz para que en un futuro cercano el hombre
pudiese encontrar la clave que lo llevaría a restituir el orden perdido
entre el Cielo y la Tierra.
Según sabemos, valiéndose de su
avanzada tecnología, y de un poderoso disco que construyeron con elementos de
la Tierra y de sus propios mundos, lograron “leer” del denominado Registro
Akáshico (que no sería nada más que el cinturón magnético
de Van Allen) la historia y origen de nuestro planeta, así como el posible
futuro del mismo como una consecuencia lógica de todo cuanto había ocurrido.
Esta información es llamada
simbólicamente “El Libro de los de las Vestiduras Blancas”, aunque realmente se
trata de una suerte de biblioteca cósmica que consiste en extraños cristales de
roca y planchas metálicas con ideogramas. Esta información, en su momento, será
revelada para que el ser humano escuche su verdadero pasado y origen, comprenda
su presente, y sobre esta base construya un futuro de paz y armonía en la
Tierra de la mano de otras civilizaciones del Universo.
Luego de los 32 Maestros
extraterrestres que vinieron al desierto de Gobi, aproximadamente hace
unos 12.000 años, continuó lo que podríamos denominar la “segunda generación”
de la Hermandad Blanca, esta vez compuesta por sobrevivientes de
la Atlántida - y otras civilizaciones perdidas - que se habían
establecido en refugios subterráneos en diversas partes del mundo.
Actualmente, los descendientes de
aquellos que sobrevivieron a la destrucción de la legendaria Poseidonis de
Platón, aún continúan viviendo en el mundo subterráneo, custodiando y
protegiendo los archivos que hablan de la verdadera historia de la humanidad.
Paititi o El Dorado, en las
misteriosas selvas del Perú
La Cueva de los
Tayos en el Ecuador
La Sierra del Roncador en el Mato
Grosso brasileño
El Lago Titicaca en el altiplano
peruano-boliviano
Roraima en Venezuela
El mismísimo desierto de Gobi en
Asia,
...son algunos de los puntos en
el mundo donde se encuentran los Retiros Interiores de la Hermandad
Blanca.
El contacto con ellos también es
mental, astral y físico, aunque más difícil de lograr que el encuentro con
seres extraterrestres.
Esto es debido a dos razones:
La primera, que
los intraterrestres de la Hermandad Blanca no suelen salir de sus
“Retiros Interiores”, ubicados casi siempre en lugares alejados e indóciles.
Y segundo, que su “modus
operandi” somete a mayores pruebas al aspirante.
La Hermandad
Blanca trabaja intensivamente con los sueños, las sin
cronicidades y la naturaleza, por lo tanto deberemos estar atentos a cada
señal que podría conducirnos ante la presencia de los Maestros que visten de
Blanco. Espero que este artículo haya podido transmitir cómo vivimos el
contacto con los Hermanos Mayores y los Guardianes de la Tierra.
Y lo más importante: nunca
olvidar que el verdadero encuentro cercano, es con uno mismo.
/por Ricardo González Alocilla
f:sabiens
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