Ancestralmente, nuestro planeta
fue colonizado por algunas razas de extraterrestres antes de la existencia
misma de la raza humana. Algunos de ellos se fueron, otros ingresaron al
interior de la Tierra donde todavía viven en la actualidad como tales, como
extraterrestres.
Paralelamente, en algún punto del
camino de la evolución, una raza de seres nativos de la Tierra, entre los
cuales se hallan humanoides probablemente reptilianos, también terminó viviendo
subterráneamente.
Cientos de miles de años después,
seres provenientes de cinco sistemas estelares, entre los que está Lyra a la
cabeza, colonizaron la Tierra. En algún momento entre esas colonizaciones
extraterrestres de nuestro planeta, se advirtió que efectivamente este astro
estaba proporcionando la posibilidad de vida compleja y desarrollada, a través
de los primates.
Veintidós civilizaciones de seres
de las estrellas intervinieron directamente, aportando cada una de ellas
elementos para constituir lo que actualmente es el cuerpo humano, morfológica,
funcionalmente y en aspecto.
Estas intervenciones diversas de
extraterrestres terminaron dejando una huella en la conformación de nuestro
cerebro, una parte de la cual es identificable básicamente en los tres tipos de
conciencia con que funcionamos simultáneamente: el inconsciente, el
subconsciente y el consciente.
Somos una suma de aportaciones de
diversas razas extraterrestres, que quisieron conjuntar en un solo modelo, por
decirlo así, todas las ventajas en todos sentidos, con que contaban
individualmente cada una de esas razas de seres de las estrellas.
No es común que una raza del
cosmos contenga tantos estratos en su nivel de conciencia, por lo cual
eventualmente esos tres tipos de conciencia pueden significar ventajas o
desventajas para ellos o para nosotros, dependiendo de qué es lo que se quiera
evaluar.
Al mismo tiempo esas razas
extraterrestres trabajaron en el modelo de la raza humana con la expectativa de
ocupar ellos mismos en el futuro el cuerpo humano.
Igualmente, nos convirtieron en
un almacén viviente de elementos genéticos con que esas razas extraterrestres
pueden en algún futuro llegar a beneficiarse.
Con el paso de los milenios,
otras razas del espacio también se establecieron en la Tierra, defendiendo cada
cual su territorio y haciéndose la guerra frente a los azorados ojos de algunas
culturas humanas, que transmitieron aquellas maravillas en lo que hemos
erróneamente catalogado como cantos religiosos, sobre todo en la India.
Nuestro sistema solar en realidad
es un sistema binario, pues además de nuestro Sol, está formado por otro foco
gravitatorio en una estrella gemela que no se ve. Y además contiene un cometa
habitado y con satélites más grande que la Tierra, que invade todo lo largo del
sistema solar cada tres mil seiscientos cincuenta años aproximadamente.
En cada paso por nuestro sistema
solar, del cual es parte, casi destruye la vida en la Tierra por su enorme
atracción gravitatoria, de forma que la humanidad como tal ha estado
desapareciendo periódicamente sin dejar prácticamente rastro alguno : tal es el
origen por ejemplo de la antigua tradición del diluvio, y de los llamados cinco
soles de los Aztecas.
Los habitantes de dicho cometa
que es parte de nuestro sistema solar, pero que se aparece cada casi cuatro
milenios, son especialmente brutales y violentos, y se vinieron a vivir a la
Tierra por lo menos durante todo un periodo entre las apariciones de su astro
en nuestro sistema ; es decir, que específicamente esos extraterrestres que
pertenecen a nuestro sistema solar, vivieron entre nosotros por lo menos casi
cuatro mil años.
Crearon una raza híbrida entre
ellos y los humanos para servir en labores de minería, y esclavizaron y depredaron
a la humanidad, hasta que fueron orillados a dejarnos en paz, pero no por
nuestra fortaleza ni capacidad de defensa, sino por fuerzas y exigencias
exteriores.
Esta larga historia que abarcó
literalmente decenas de miles de años de visitas, explotaciones, invasiones y
guerras entre muchas razas del cosmos ha sido tan intervencionista y tan
intensa, que la raza humana no es una raza planetaria, puesto que nunca a lo
largo de nuestra historia los extraterrestres nos han permitido desarrollarnos
por nosotros mismos en paz. Para ellos, somos como un puñado de niños
abandonados que desconocen su origen.
Los bombazos atómicos de
Hiroshima y Nagasaki nos promovieron a lo largo y ancho del universo como un
peligro potencial para todos los mundos habitados, como una bomba de tiempo que
ellos tenían que desactivar. Por ello es que a partir de julio de 1947,
veinticuatro meses después de los bombazos atómicos, la Tierra comenzó a
recibir una nueva oleada, esta vez contemporánea, de visitas extraterrestres.
Los seres de Rigel ofrecieron
intercambio de tecnología extraterrestre, a cambio de que el gobierno gringo
les permitiera trabajar en la Tierra en bases subterráneas, las cuales fueron
construidas en territorio de reservas indias en el desierto del suroeste de
Estados Unidos.
Dicho gobierno nunca pudo, nunca
quiso, pero por encima de todo nunca le convino anunciar a la humanidad que
había hecho un trato con extraterrestres, para recibir de ellos tecnología que
los colocaría por mucho a la vanguardia tecnológica, pero sobre todo militar,
por encima de los pueblos de la Tierra: por codicia, por ansia incontrolable de
dominio y poder. No tenían ninguna justificación para ello, pagaron caro su
atrevimiento, y estamos a punto de perder nuestro planeta por culpa de aquellos
que hicieron ese trato con seres de las estrellas.
Los seres de Rigel rápidamente
invadieron subterráneamente los Estados Unidos, secuestraron a decenas de miles
de seres humanos indefensos, los mantuvieron cautivos en jaulas y congelados en
cámaras ex profeso.
Los seres de Rigel han desatado
una oleada de mutilaciones de ganado con varios fines : para alimentarse ellos
mismos de sus fluidos, y para aprovechar sus tejidos en todo tipo de
manipulaciones genéticas.
Simultáneamente, los
extraterrestres de las estrellas Zeta uno y Zeta dos de la constelación de la
Retícula, conocidos como los Zetas, también se presentaron ante dicho gobierno.
No firmaron tratado alguno, pero están creando una raza de híbridos Zetas –
humanos. Para tal fin, secuestran furtivamente a un enorme volumen de gente,
sobre todo de mujeres; las embarazan artificialmente, y a los tres meses les
sacan los fetos para continuar ellos por su cuenta con la gestación.
Los seres de Rigel tienen en
nuestro planeta a otra raza de extraterrestres con los que se encuentran en
guerra: los seres de Procyón, que tratan de ayudarnos a solucionar nuestros
problemas, y a evitar que los extraterrestres de Rigel sigan cometiendo
atrocidades.
La inconformidad de científicos y
militares humanos trabajando conjuntamente con ellos en dichas bases
subterráneas suscitó hace veintitrés años un tiroteo entre extraterrestres de
Rigel y militares humanos, con decenas de muertos y desaparecidos entre los
nuestros. Es decir, dichas instalaciones fueron en parte saboteadas por el
mismo personal humano que trabajaba en ellas conjuntamente con extraterrestres,
para el gobierno de Estados Unidos.
La raza de seres del cosmos que
había colonizado hace muchos milenios la Tierra y se había ido a vivir a las
profundidades, aparentemente se alió con los seres de Rigel, en sus actividades
destructivas. Colaborando ambos grupos, aparentemente, con otras razas del
universo destructivas que también operan en instalaciones subterráneas.
La Luna ha servido desde hace
miles de años como base extraterrestre para muchas civilizaciones que nos
visitan, y el gobierno estadunidense sabía de la presencia extraterrestre en
nuestro satélite cuando mandó tripulaciones de astronautas a su superficie, los
cuales obviamente se enteraron hasta entonces de esa realidad.
También el mismo gobierno recibió
de extraterrestres una serie de naves, y recuperó por su cuenta otras naves que
estuvieron accidentándose en el mismo desierto, conservando además decenas de
sus tripulantes extraterrestres muertos, y uno vivo al que retuvieron en su
poder durante cinco años.
Con toda esta tecnología de otras
civilizaciones del cosmos, parte intercambiada con ellos mismos, y parte robada
de dichas naves accidentadas, dicho gobierno ha desarrollado adelantos
militares como el bombardero indetectable al radar; naves humanas construidas
con tecnología y aspecto extraterrestre; y naves extraterrestres propiamente
dichas tripuladas asimismo por extraterrestres, con aspecto de helicópteros
negros.
Los viajeros de las estrellas que
nos visitan son algunos de nuestra galaxia; otros de otras galaxias; y algunos
más, de otros universos. Existen universos de antimateria y otros universos de
los que sabemos muy poco, pero la realidad de los seres de las estrellas está involucrada
con la existencia de otras dimensiones y la presencia de otros tiempos,
paradojas que casi no podemos comprender. Al supuesto conjunto de universos
independientes se le conoce como Omniverso, y aparentemente podría existir un
plano diferente al Omniverso mismo.
Con asesoría extraterrestre,
antes de las oleadas de 1947 el gobierno estadounidense desmaterializó un navío
militar con todo y tripulación durante veinticuatro horas, con nefastos
resultados: le hicieron rasgaduras al continuo temporal, y han estado
manipulando en sí la línea del tiempo.
El mismo gobierno también estuvo
experimentando con la deformación del tiempo en la base de Montauk. Crearon
seres inexistentes por medio de la imaginación de los individuos. Crearon un
túnel del tiempo con el que accedieron al pasado, tomaron muestras de lugares
en el pasado para traerlas al presente, y perdieron a mucha gente que ya no
pudo regresar. También Montauk fue saboteada por los mismos humanos que
laboraban en ella, al darse cuenta de sus nefastas actividades.
Se les ha salido de las manos la
experimentación con el tiempo, pues ya han ocasionado al menos dos episodios de
invisibilidad espontánea en dos de sus ciudadanas, que en lugares públicos
simple y sencillamente no fueron vistas ni escuchadas por nadie. Los episodios
de invisibilidad espontánea en la gente pueden deberse a la intervención en la
línea temporal; al funcionamiento de aparatos para la deformación del tiempo,
y/o al funcionamiento de aparatos de antimateria.
Hay decenas de civilizaciones de
seres de las estrellas que nos visitan, además de estas principales mencionadas
(Rigel, Procyón y Zetas). Su mensaje constante ha sido el prevenirnos de no
continuar destruyendo nuestro planeta, contaminándolo, esparciendo venenos por
todos lados, y evitar el uso bélico de la energía nuclear.
La realidad extraterrestre nos
remite directamente a las realidades espirituales fundamentales, de manera que
si la difusión sobre la realidad de los seres del espacio fuera responsable, y
no solamente un negocio, se deberían enfatizar el conocimiento y desarrollo
espirituales profundos, como supuestos esenciales del conocimiento de los seres
de las estrellas.
En ellos vemos reflejada
claramente la lucha entre el bien y el mal, como pivotes que explican al universo
mismo ; la realidad de la reencarnación ; la posibilidad de que como seres
espirituales accedamos eventualmente a cuerpos extraterrestres en
civilizaciones del espacio ; la universal ocupación de cuerpos que sirven de
herramienta y vehículo a los seres espirituales ; y el desarrollo mismo
espiritual de las comunidades extraterrestres, en unidad cohesiva de cada raza
que se orienta y evoluciona involucrando a sus individuos como un todo.
Nos encontramos a punto de
enfrentarnos de nuevo a la terrible destrucción ocasionada por el paso de aquel
cometa habitado, ese tiempo está a punto de golpearnos de nuevo. Borrando de la
faz de la Tierra muchas comunidades; cambiando el sentido de la rotación del
planeta y la ubicación de los polos, catapultando a una parte de la humanidad a
una nueva existencia en otra dimensión.
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